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CARMEN AURORA DÍAZ DE SÁNCHEZ. MAMÁ GRANDE DEL LLANO

      DRA. YASMINY PÉREZ SILVA



Historiadora, Investigadora, Crítica de Arte, Museóloga, 
Curadora de colecciones y exposiciones, Profesora Universitaria, 
Escritora, Conferencista y Abogada.



Escribir sobre Carmen Aurora Díaz de Sánchez no es ni será una tarea fácil. Es como escribir sobre una enciclopedia viviente llena de sabiduría, bondad y generosidad; alejada de los elogios inmerecidos y de la insidia de los que no pueden calzar el número de sus zapatos. Nuestra homenajeada nació en Tinaquillo, estado Cojedes, Venezuela, el 16 de julio de1940, a las 5:30 a.m., unos minutos antes de la salida del sol del día de la Virgen del Carmen. Por tal motivo, a Carmen Aurora no le gustan los misterios, prefiere la luz sin sombra de los mediodías llaneros. Hija de don Ángel Reinaldo Díaz García y doña Carmen Alesia Bocaney de Díaz. Como todas las familias llaneras la suya es numerosa. Es sietemesina por obra y gracia de un centellazo que pulverizó un frondoso tamarindo del jardín de la casa que asustó a doña Carmen y don Ángel tuvo que salir corriendo a buscar la comadrona a pesar de aquel torrencial aguacero. 


Estudió en la escuela de Tinaquillo, dirigida por la Señorita Graciela Zambrano. El aprendizaje de las primeras letras lo hizo con las maestras Lucila Jiménez y Cristina González Baquero de Bocaney, supervisadas por su señora madre. En 1946 don Ángel decidió mudarse a Valencia. Ese mismo año ingresó a la Escuela Nacional Peñalver, bajo la dirección de la señorita Trina Luzardo. Esta institución estaba ubicada cerca de la Iglesia de San Francisco, frente a la placita Sucre y a la Escuela de Derecho “Miguel José Sanz”. De sus maestras de primaria tiene inolvidables recuerdos, no hacerlo sería mezquino y ella no conoce la mezquindad. Considera que sus estudios de primaria fueron decisivos en sus estudios posteriores. De su permanencia en la Escuela Peñalver, la bibliotecaria, señorita María Landaeta tiene un lugar especial en su memoria episódica y semántica. Ella, al darse cuenta del interés que la niña tenía por la lectura comenzó a sugerirle varios libros. Este detalle ha sido significativo en la vida de nuestra homenajeada. Al leer varios autores vivió y sigue viviendo múltiples vidas que han enriquecido la suya al tiempo que también le han mostrado la humildad y la grandeza de la creación poética. En cuarto grado, la señorita María Landaeta la convenció de que tenía cualidades para participar en un concurso literario auspiciado por la Revista “Billiken” del Ministerio de Educación, sobre Don Andrés Bello. La bibliotecaria no se equivocó. La niña Carmen Aurora ganó el premio que consistió en “un libro de Alberto Arvelo Torrealba, llamado “Cantas”.


“Así me sumergí en su poesía y supe quién era ese Señor, siempre trajeado de pantalón negro y camisa blanca, tocado con un sombrero pelo é guama marrón tostao que de vez en cuando visitaba a mi padre en sus viajes rutinarios hacia Guanare. Por haber ganado ese premio fui designada directora del periódico impreso de la Escuela, denominado Progreso Estudiantil. Lo usual era que la directora fuese la alumna con mejor nota en sexto grado, pero el premio y la bondad de mis maestras fueron factores decisivos para que me encomendaran tan prestigioso oficio” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias). Estudió bachillerato en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes, en Valencia, donde obtuvo el grado de bachiller en Filosofía y Letras, el 30 de julio de 1958. “La hermana Luisa Victoria, Teresa de Jesús, Buen Pastor, Teresa y Viejito, jamás se ausentarán de mi corazón, al igual que mis compañeritas Ana Mercedes Herrera, Consuelo Escobar, la Coca Alesia Castillo y Giselita Guerra. Con estas dos últimas culminé la carrera de Derecho en la Escuela de Derecho Miguel José Sanz, ya convertida en la Ilustre Universidad de Carabobo en el año de 1958” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias).



Para Carmen Aurora Díaz Bocaney, el Derecho es un proyecto de vida que diseñó desde niña, bajo la sabia guiatura de su padre. Un hombre que hablaba con sus amigos de ganado, agricultura y tierra. La niña, que nació entre otras cualidades con la curiosidad felina, le llamaba la atención todo lo relativo a derechos de sabana, al respeto del derecho ajeno. También sentía una fuerte inclinación por saber cómo se protegía a la mujer y al niño en una tierra dominada por hombres. En estas reflexiones infantiles nació la principista, justa y noble abogada que ha hecho de su profesión un apostolado. Ulpiano dice que “justicia es darle a cada quien lo que le corresponde”, siendo conteste con el jurisconsulto romano: "Mi lema en mis 60 años de ejercicio ha sido exijo justicia porque doy justicia” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias). La justicia es un valor y se llega a ella mediante la correcta aplicación del Derecho. Es un lema que se enlaza con el criterio del doctor Oscar Romero Acevedo. El abogado, indistintamente de la posición que ocupe debe tener por norte la máxima de Ulpiano. 


Inició sus estudios universitarios en 1958 en la Universidad Central de Venezuela, donde cursó simultáneamente primer año de Derecho y de Economía. “Ese año fue el más hermoso de la jornada estudiantil universitaria venezolana. Regresaron los talentos, se reabrieron las aulas al conocimiento, volvieron a brillar las ideas, se animaron los pasillos, la alegría del reencuentro y las ansias de aprender, hicieron posible otra vez que la Universidad Central de Venezuela fuese la Casa que Vence la Sombra. El Orfeón Universitario reinició su mundo de azules boinas, bajo la dirección de Vinicio Adames. Me incorporé al canto coral, conocí a Morella Muñoz, mi hermana del alma, me reencontré con Miguelito Delgado Estévez a quien admiro y quiero como un hermano” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias). En 1959 continuó los estudios de Derecho en la Ilustre Universidad de Carabobo: “Aquí viví la alegría del reencuentro y el deseo de acumular conocimiento. Valencia era una ciudad íntima, familiar, donde todos nos conocíamos y proveníamos de los mismos colegios. El único liceo era el Pedro Gual, cuyo director era el profesor Jesús Berbim López, quien también se inscribió para cursar la carrera con nosotros (…) Compañeras del Colegio de Lourdes, entre ellas: Alesia Castillo Henríquez, Elena Luzinger de La Escozura, Valentina Sipols, Carmen Cecilia Melet Amundarain, Gisela Guerra Sagarzazu, integrábamos esa promoción junto a otros que venían de diferentes fuentes, como Trina Sevilla de Boves, Yolanda Izquierdo, Olga Durán Chuecos, Mercedes Polo (…) Alumnos del curso que venía detrás del nuestro se convirtieron en nuestros inseparables como Dario Parra Parada, Chiví Musso y Jorge Rossell Senhenn” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias). El 15 de noviembre de 1963 el paraninfo de la vieja Escuela de Derecho “Miguel José Sanz” se llenó de luces académicas para que el rector de la Ilustre Universidad de Carabobo, el doctor Humberto Giuni, le impusiera la medalla a los graduandos y le confiriera el título de Abogado, a los integrantes de la primera promoción de letrados “Humberto Méndez Figueredo” egresados de esa casa de estudios superiores. Entre ellos estaba Carmen Aurora Díaz Bocaney.




En la Universidad Santa María se especializó en Derecho de Familia y Derecho Procesal Penal e hizo maestría en Derecho Penal. Es locutora profesional. Después decidió estudiar, escribir, pensar y reflexionar todos los días sin la presión de un examen para obtener un cartoncito que no medirá el caudal de sus conocimientos. La etapa de los concursos de credenciales y de oposición pasaron para ella y para los más jóvenes, ya no existen. Pero lo mejor que le puede pasar a los abogados que creen saberlo todo, es no tener a esta letrada de contraparte. Entre las instituciones donde ha ejercido la abogacía y desempeñado cargos se cuentan, Asistente del bachiller Ordoñez, en la Sala Penal de la extinta Corte Suprema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de Justicia. Asistente del doctor. José Rodríguez Urraca, en la Universidad de Carabobo.Asesora de algunas empresas como el Banco del Caribe en Valencia y AGROPSA en Barinas. Directora Ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo del Llano “PROMOLLANO”, San Fernando de Apure en los años ´70, empresa que impulsó Los Módulos de Apure. Notaria Pública de Barinas (1984 a 1993). Jueza Itinerante y Defensora Pública, tanto en Apure como en Barinas (1993-2004). Jubilada de la Defensa Pública en al año 2004. Desde entonces y hasta la fecha se ha desempeñado como abogada en libre ejercicio, labor que cumplirá hasta que Dios la llame a su lado, pues ella considera que la mejor manera de morirse un abogado es en un recinto tribunalicio con la toga puesta. 


"A la abogacía llegué por curiosidad de saber cómo era ese mundo del que hablaban los amigos de mi padre; sus compañeros de aquellos tiempos cuando estudió interno en el colegio de Valencia, del que se fugó cuando hacía 4to grado. Me atraía aquel mundo de los derechos de sabana en el Llano que mi mente infantil imaginaba novelado” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias). "No hay un día determinado. Parodiando a mi amigo, compañero y hermano Eugenio Montejo, una noche me acosté sola y al día siguiente amanecimos dos. Simplemente la poesía apareció a mi lado y todavía no entiendo el porqué dicen que soy poeta. La poesía es la expresión permanente del entorno, del interior, de quienes se fueron y de quienes vendrán. Es la manera de conversar en el día a día con la expresión más sencilla, con el verbo claro, con la nitidez del sol, con ese viento sabroso que viene del Cajón de Arauca. Recorre las calles de Barinas, la ciudad marquesa donde vivo, sin que nadie lo invite a pasar se sienta a mi lado unas veces en silencio y otras veces hablando de todo y de nada” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias).


“De la poesía siento que de tanto cargarla a mi lado, en ese mundo de honesta interpretación de los sentimientos y viviendo los impulsos del día a día, de las dificultades para vencer inconvenientes y la alegría de mirar amaneceres, luego de conversaciones vespertinas y noches reflexivas, he llegado a pensar que es mi amiga y por eso me puso cerquita a la loca de la casa para que no la olvide. Simplemente allí está, con su lenguaje propio y a menudo me pide que de fe de su existencia” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias). El amor ha sido fundamental en esta extraordinaria mujer. Su vida está llena de amor que ha dado y de amor que ha recibido. Fue la niña de los ojos de su padre, su carismática personalidad, su inteligencia, su sólida formación intelectual y académica, amén de su exquisita voz de soprano han causado encanto y admiración en el sexo masculino. El gran amor de su vida fue un paisano de Tinaquillo, coplero y compositor. Así, como dos hijos de la loca Luz Caraballo del poeta Andrés Eloy Blanco se fueron detrás de un hombre a caballo, Carmen Aurora Díaz Bocaney un día con la bendición de sus padres, de Dios y la autorización de un juez, se fue detrás de otro hombre a caballo, su esposo y el padre de sus hijos: el maestro Pedro Emilio Sánchez. Reinaldo Emilio y Pedro Emilio, hijo y nieto se desviven por ella, el Llano la ama, la admira y la respeta. En el Florentino de Oro de 1982, Reynaldo Armas, la bautizó con el apodo de la “Mamá Grande del Llano”.




La obra de nuestra homenajeada permanece inédita. En coautoría con el doctor Alfonso Rivas Quintero escribió ensayos de Derecho Constitucional; con el doctor Nerio Perera Planas y la doctora Olivia Ávila, hizo apuntes metodológicos de Procesal Civil; redactó y publicó para la Escuela de la Judicatura, durante la presidencia del doctor Pedro Miguel Reyes, un manual de manejo de las Notarías. “Había que preparar a los jueces de Municipio y de Distrito. Todavía no existían Notarías en todas las ciudades, tan solo las había en las capitales de estado y era necesario instruirlos en el manejo del novísimo Código Orgánico Procesal Penal. Así recorrimos el país, palpamos inquietudes y pulsamos satisfacciones propias del laborioso cumplimiento en el cometido propuesto. He recibido algunas condecoraciones en casi 60 años de graduada, pero siento que los honores no son míos, sino que pertenecen por igual a ese valiente conglomerado, a mis amados compañeros a quienes llevo tatuados en el alma y que conformamos la 1ª promoción de abogados de la Universidad de Carabobo y escogimos el nombre de nuestro compañero, el barinés Humberto Méndez Figueredo, vilmente asesinado pocos meses antes de graduarnos para honrar su memoria. Sumo a ello la emoción de mis compañeritas de colegio, con quienes compartí aulas en el bachillerato en el Colegio de Lourdes y en la Escuelas Nacional Peñalver, también en Valencia. Enntre las vanidades que hasta ahora he recibido están: la Orden Ciudad de Barinas, en su 1ª y 2ª clase, Orden Batalla de Santa Inés, Orden Cristóbal Mendoza, Orden Ciudad de San Fernando, en su 1ª y 2ª clase, Orden Inocencio Chincá en Arauca-Colombia. Fui condecorada en el Departamento de Casanare, por el Círculo de Escritores Llaneros, en Yopal. Soy Miembro Correspondiente de la Academia de la Historia del Llano en el Meta-Colombia. Integré el jurado para la escogencia de la letra del Himno del Municipio Autónomo Barinas. Soy coautora del Himno de la Federación de Registradores y Notarios de Venezuela, junto al doctor Víctor Hugo Márquez. Recibí homenaje binacional en el pueblo de Elorza Estado Apure en el año 2010” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias).




“Todas esas distinciones las amo y las respeto. Hay una que me lleva a evocar amadas presencias en el mundo del Derecho, como la que me entregara el doctor Jorge Baudilio Ortega en una de las oportunidades en que presidió nuestro Colegio de Abogados del estado Barinas. Dice: A la verticalidad de Aurora Díaz de Sánchez. Me siento honrada. Y en el mundo del folclore, mis hijos decidieron decorar una pared del corredor de la casa con parte de las placas que colman la petaca de las vanidades” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias). Desde el octavo piso y segundo escalón de la vida nuestra homenajeada reflexiona: "Hace ya tiempo entendí que la mayoría esquiva los consejos, Sienten que son intromisiones, indebidas por supuesto. Si acaso me atrevo sugiero sean Honestos. Recuerden que en sus manos está el destino de otros que confiaron ciegamente en ustedes. Si son jueces, recuerden que: el hombre que más se parece a Dios es el juez porque le está permitido juzgar a sus semejantes… que su conducta sea límpida, ejemplar. Recuerden que son el perfil de la sociedad que juzgan. Si eres abogado ejerciendo el sagrado derecho de defender los derechos de otro, empeña tu corazón y defiéndelos como propios una vez conozcas la verdad de los hechos. Entiende que Dios puso en tus manos conocimiento y poder de convicción, Ejércelo honestamente, con apego a la verdad” (Aurora Díaz de Sánchez: Mis Memorias).



Sugerimos a quienes lean los trozos de las memorias de Carmen Aurora Díaz de Sánchez aquí plasmadas que lo hagan como si fuesen sus memorias, que las hagan suyas. Por esto y todo su legado en la historia de la cultura y música llanera, es un Personaje de mi Pueblo.

*** Edición y Montaje, Lic. Wladimir José Hidalgo Benítez.

*** Agradecemos, al igual que toda Venezuela, a Aurora Díaz de Sánchez sus enseñanzas y aportes en la profesión del Derecho y a la cultura, costumbres, tradiciones y música del llanero colombovenezolano. A Yasminy Pérez Silva por obsequiarnos, con su exquisita pluma, esta parte no tan conocida de la vida de Aurora. Quedan ambas comprometidas a llevarnos a ese mundo que la hizo merecedora al nombre de Mamá Grande del Llano.
 
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